Desidia.
Distancia,
Óbito, tu hermana la muerte
vuelve a visitarme.
Intenta convencer a mi delicado
cerebro que le acompañe
al asfalto caliente, derretido, blando,
inmenso e infinito.
A veces dudé, dudé en ir o no.
Me aterraba la idea de
hundirme angustiado
en otro mundo escarmentado,
engañado
por la fatal falta de escrúpulos.
Perdido