Pereza vuelve a encender Madrid con un mal sonido

Pereza vuelve a encender Madrid ante un deficiente sonido en el Palacio de Vistalegre.

Dos factores se presentaban importantes. El primero era la inminente despedida de uno de los mejores grupos pop-rock que ha dado este país, quizás el mejor de lo que llevamos de siglo. El segundo era el sonido, malo como casi siempre en Vistalegre, todo el mundo esperábamos que con un poco de fortuna el concierto fuera uno de esos "casi", pero no fue así. Reconocíamos las canciones porque el de al lado la cantaba antes que tu. Fue una verdadera pena, aunque la afición coreaba cada una de las canciones, desde la primera hasta la última, como si les fuera la vida en ello a pesar del calor...

Cartel del concierto

Como teloneros Almas Mudas. Estos chicos zaragozanos disfrutaron de lo lindo sin importarles lo mas mínimo el desequilibrio en el sonido. Saltaron y guitarrearon sabiendo que era una excelente oportunidad de reivindicarse delante de un recinto a reventar.

Seguidamente, Pereza. Escenario típico, alfombras en el suelo cubierto de lamparas con luz íntima y ovación unánime. A partir de ahí, veinte canciones sin apenas segundos entre ellas.

Todo empezó con Leones, un clásico para empezar, levantando al público seguidamente con Animales, Manager, Contigo, todas ellas sin dar opción a los fanáticos de tomarse un respiro. Como lo tienes tu, Conjunto. Faltaba volumen pero daba igual, la gente les llevaba en volandas. Estrella Polar, uno de sus singles más conocidos, Voy a comerte. Sonaba Piratas, con Rubén a la voz. Windsor, 4 y 26, Amelie, Super hermanas, Beatles, Llevame al baile, última canción de Pereza del disco Aviones. Otra ronda con Violento amor, Pienso en aquella tarde, Madrid, Lady Madrid, Margot y Aproximación. Hasta aquí paran para tener una mención especial a todo el equipo de técnicos que los han acompañado durante tanto tiempo.

Segundo round empezando con Por mi tripa, una de las mejores canciones a mi parecer. Todo, Que parezca un accidente y Gruppies. Presentan a la banda y desaparecen del escenario esperando los gritos de la gente que empieza a tararear Moonwalker de Michael Jackson. Quizás tardaron excesivamente en salir, quizás negociaban con la organización si podían mejorar el sonido. Quiero creer, y sólo es una creencia mía, que si se hubiera solucionado el tema del sonido hubieran tocado mucho más tiempo pues al final faltaron canciones como Princesas, Frágiles, Tristeza, La noriaLa chica del Tirso, Champangne y alguna otra más que hubieran hecho que este show durara el tiempo que nos tienen acostumbrados.

Tercer y corto round, último del concierto. Dos clásicos, Señor kioskero y Superjunkies, la última de todos los conciertos, la gente lo sabe, sabe que todo se acaba, que es su despedida y no quiere dejar de cantar ni un segundo.

Resumiendo, Rubén y Leiva reunen a Pereza durante dos horas y media para despedirse al final efusivamente entre abrazos, carreras y muestras de cariño entre ellos. Si es una despedida para siempre o un paréntesis solamente lo saben ellos. El público les dejó clarísimo que esperan su vuelta, un nuevo disco, una próxima gira y que, si ellos deciden volver, ahí estarán para seguir respaldandolos, cantando y bailando con ellos, pero por favor, que no sea en Vistalegre.
Mucha suerte piratas, mucha suerte rollingas, mucha suerte y hasta la próxima. Aquí tenéis un incondicional.

Mucho rock'n'roll.

Perdido